Allergies Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO

ALÉRGENOS EN EL TRABAJO

Las alergias son un problema al que muchas personas tienen que prestar atención cada día, tanto dentro como fuera del trabajo. Hay muchas fuentes de alérgenos que pueden provocar una reacción alérgica. Algunos de estos alérgenos pueden ser un problema en el trabajo. Es importante saber a qué se es alérgico y comunicarlo a los demás en caso de que la exposición dé lugar a una situación de emergencia.

CUÁL ES EL PELIGRO

EXPLICACIÓN DE LAS ALERGIAS

Un empleado alérgico puede reaccionar a los productos químicos del material de oficina, como el tóner de una fotocopiadora o un cartucho de impresora. También puede reaccionar a los productos químicos utilizados para limpiar el espacio de la oficina. También puede tener derecho a ajustes razonables por alergias alimentarias.

Según la Universidad de Cornell, hay dos tipos de reacciones alérgicas que afectan al modo en que usted, como empresario, debe responder a un empleado con una sensibilidad documentada. La primera es una hipersensibilidad o una reacción del sistema inmunitario de su empleado. Este sistema inmunitario responde normalmente con síntomas de fiebre del heno, estornudos, dificultad para respirar, síntomas de asma o sensibilidad cutánea/de contacto.

La segunda reacción es potencialmente más mortal. Se trata de un shock anafiláctico: el cuerpo de su empleado responde a un alérgeno con una respuesta de anticuerpos que se extiende por todo su cuerpo si el alérgeno ha entrado en el sistema circulatorio.

Hay una gran variedad de alérgenos en el lugar de trabajo que podrían afectar a sus empleados, entre ellos

  • Caspa de animales y residuos
  • Alergias alimentarias
  • Productos químicos industriales, como disolventes, lejías y adhesivos
  • Látex
  • Flores
  • Perfumes y olores
  • Polen, polvo y moho
  • Polvo de madera y resinas 

Aunque muchos síntomas de alergia son simplemente molestos, algunos son potencialmente mortales. Aunque los síntomas varían de un empleado a otro, las alergias pueden provocar un shock anafiláctico, asma, dermatitis de contacto, urticaria y erupciones, y rinitis (inflamación de las fosas nasales). 

El costo de las alergias en el lugar de trabajo

Los estudios demuestran que las alergias afectan significativamente a la productividad en el lugar de trabajo. Un estudio señala que los estadounidenses pierden 3,5 millones de días de trabajo al año debido a las alergias. Otro sugiere que, incluso cuando están en la oficina, los empleados afectados por la alergia son aproximadamente un 10% menos productivos que sus homólogos sanos. Además, entre nueve y diez millones de visitas médicas al año están relacionadas con la alergia, lo que hace que el tratamiento de la alergia sea una parte importante de los gastos médicos de los empleados.

COMO PROTEGERSE

MEJORAR EL LUGAR DE TRABAJO

Identifique y minimice el impacto de las alergias en el lugar de trabajo. Si tiene empleados con alergias potencialmente mortales, tómelos en serio y trabaje con ellos para elaborar un plan de respuesta a la alergia adecuado. Por ejemplo, puede tener opciones de tratamiento de emergencia en el lugar de trabajo, como antihistamínicos, inhaladores y EpiPens.

Si observa un aumento significativo de los síntomas alérgicos más leves de sus empleados, busque las posibles causas. Es posible que haya un problema de moho, hongos o ventilación no identificado. Y aunque muchas exposiciones alérgicas son inevitables, algunas modificaciones relativamente baratas podrían mejorar la salud de su lugar de trabajo. 

Por ejemplo:

  • Poner en marcha el sistema de aire acondicionado de la oficina durante la temporada alta de alergias (normalmente la primavera, cuando muchos árboles del Área de la Bahía liberan polen).
  • Utilice filtros de aire HEPA en la oficina y cámbielos regularmente.
  • Tómese en serio el mantenimiento y la limpieza del edificio.
  • Identifique y repare los daños causados por el agua, reduciendo la aparición de moho.
  • Anime a los empleados a limpiar regularmente sus escritorios y espacios de trabajo, reduciendo la cantidad de polvo, moho y otros irritantes en la oficina.
  • Retire las alfombras y otros materiales absorbentes que puedan acumular alérgenos.
  • Proporcione equipos de protección adecuados (como respiradores, guantes y cremas de barrera) cuando los empleados manipulen productos químicos industriales y otros irritantes.
  • Cuando sea posible, busque alternativas a los alérgenos habituales en el lugar de trabajo.

FOMENTAR UN TRATAMIENTO MÉDICO PROACTIVO

Muchas personas creen conocer sus desencadenantes alérgicos, pero a menudo se equivocan o no distinguen entre un desencadenante y un hecho cotidiano. Las alergias mal identificadas pueden dar lugar a un tratamiento ineficaz, a un aumento de los síntomas y a una disminución de la productividad en el trabajo. Si sus empleados están luchando contra alergias graves, anímelos a buscar tratamiento con un especialista en alergias. 

Las pruebas de alergia -combinadas con medicamentos específicos y otros tratamientos- podrían mejorar significativamente su funcionamiento diario. Si sus planes de salud actuales no ofrecen a sus empleados suficientes opciones de alergia e inmunología de alta calidad y asequibles, podría ser el momento de buscar un nuevo plan de salud basado en la empresa.  

Comunicar

Es importante comunicar cualquier alergia a alguien del trabajo que esté en un puesto de dirección. El tratamiento adecuado e inmediato es crucial para alguien que sufre una reacción alérgica grave. La anafilaxia requiere un tratamiento médico inmediato, que incluye una inyección de epinefrina y un viaje a la sala de urgencias de un hospital. Si no se trata adecuadamente, la anafilaxia puede ser mortal.

Normativa

Cualquier esfuerzo regulatorio debe ser cuidadosamente enfocado para asegurar que los puntos finales de salud apropiados están claramente identificados y relacionados con los límites de exposición científicamente apoyados.

CONCLUSIÓN

Los objetivos de seguridad en el lugar de trabajo deben ser asumidos por los empleados. En última instancia, se trata de asegurarse de que todo el mundo se vaya a casa con la misma salud con la que llegó o mejor cuando regrese a casa.