Auto Body Work Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO

Los trabajos de carrocería incluyen tanto el mantenimiento como la reparación. No se limita a las reparaciones posteriores a un accidente, sino que incluye evaluaciones y reparaciones tanto mecánicas como estructurales.

La reparación de daños en la carrocería requiere lijar, esmerilar y, a veces, soldar para reparar el vehículo antes de que pueda ser repintado. Conozca las técnicas y herramientas para completar el trabajo de carrocería. Revise las Hojas de Datos de Seguridad (SDS) de los productos químicos para identificar el equipo de protección personal (EPP) que se debe usar y cómo mezclar y usar los materiales adecuadamente.

CUÁL ES EL PELIGRO

PELIGROS 

Los profesionales de los talleres de carrocería trabajan habitualmente con masillas, disolventes, pinturas, imprimaciones y pulimentos mientras preparan y pintan el exterior de un vehículo.  Los trabajos de reparación también requieren mucho pulido y lijado de metales.  Todos estos procesos producen polvo, vapores y humos que contienen sustancias químicas nocivas, incluidos los compuestos orgánicos volátiles (COV), que pueden dañar los pulmones, la piel y los ojos de los técnicos. Por ello, la pintura y el acabado se realizan en cabinas especiales de pulverización que cumplen estrictas normas de ventilación.  Los técnicos también llevan ropa protectora para proteger los ojos y la piel y utilizan respiradores con oxígeno, para no respirar los productos químicos que se producen en el aire durante la preparación de la superficie y la pintura.  

Los taladros, las lijadoras orbitales, las pulidoras, las arenadores y las boquillas de los compresores de aire pueden expulsar o lanzar objetos metálicos o blandos a los ojos del trabajador. Las lijadoras orbitales y las ruedas de alambre pueden lanzar objetos a gran velocidad hacia la cara o el cuerpo, causando lesiones oculares o ceguera. Las gafas de seguridad homologadas anulan este peligro. 

La soldadura de acero inoxidable desprende humos tóxicos, resultantes de los productos químicos residuales de la limpieza y de la pintura de la superficie, incluidas las imprimaciones, y de los metales calentados por oxidación. Entre estos productos químicos dispersos se encuentran el cromo, el níquel, el manganeso, el hierro y el arsénico. Los metales pesados, en particular, causan daños en los nervios y en los órganos del cuerpo durante largos períodos de exposición y, en algunos casos, daños inmediatos si la exposición es intensa y concentrada.

COMO PROTEGERSE

PREVENCIÓN 

Ruido en el lugar de trabajo: Las amoladoras, las lijadoras, los elevadores, los pulverizadores, los compresores y otras herramientas del oficio se utilizan constantemente, generando ruidos fuertes que ponen a los profesionales de la carrocería en riesgo de perder la audición.  Para proteger sus oídos, los técnicos están obligados a ponerse tapones u orejeras cuando están en el taller.

Lesiones por resbalones y caídas: Según la OSHA, aproximadamente el 30 por ciento de todos los accidentes laborales en los Estados Unidos están relacionados con resbalones y caídas.  En un taller de carrocería, la grasa, la pintura y otros líquidos derramados en el suelo crean peligros potenciales, junto con las herramientas que no se han guardado correctamente después de su uso.   Los técnicos saben que un área de trabajo ordenada es más segura, y se les instruye para que limpien inmediatamente los derrames, guarden sus herramientas cuando no las utilicen y lleven calzado con suela antideslizante para mayor tracción.

Lesiones mecánicas: Los técnicos de carrocería y cristalería trabajan habitualmente con compresores, pulverizadores, cabrestantes, cadenas de arrastre, elevadores y otros tipos de equipos pesados.  La mayoría de ellos contienen piezas móviles como engranajes, ruedas dentadas y correas que pueden provocar daños corporales si no se toman las debidas precauciones de seguridad.  Cuando se producen accidentes, es fácil que un profesional de la reparación de colisiones sufra cortes, aplastamiento de manos y pies, rotura de dedos, quemaduras y otras lesiones a causa de las herramientas mecánicas que utiliza.  Como precaución, los talleres prudentes exigen a sus técnicos que lleven ropa, calzado, guantes y casco de protección para proteger sus cuerpos de las lesiones mecánicas.

Lesiones oculares: Lleve siempre protección para los ojos cuando esté amolando, lijando, soldando y pintando. Las gafas de seguridad, los anteojos y/o los escudos pueden proteger sus ojos de las partículas que vuelan, las chispas y las salpicaduras. Esmerilar y lijar la pintura de la chapa puede exponerles a polvos que contienen partículas químicas y metales tóxicos como el plomo, el cadmio o el cromo. Trabaje en zonas bien ventiladas. Utilice amoladoras y lijadoras equipadas con aspiradora para mantener el polvo alejado de su cara. Utilice una máscara antipolvo o un respirador para proteger sus pulmones.

DERECHOS DEL TRABAJADOR

Los trabajadores de los talleres de carrocería tienen derecho a un lugar de trabajo seguro. La ley requiere que los empleadores proporcionen a sus empleados condiciones de trabajo libres de peligros conocidos. La ley OSHA también prohíbe a los empleadores tomar represalias contra los empleados por ejercer sus derechos en virtud de la ley si el trabajador de carrocería quiere presentar una queja, plantear una preocupación de salud y seguridad, o informar de una lesión. Agencias como la OSHA son responsables de proteger la seguridad de los trabajadores de carrocerías de automóviles y han aplicado numerosas normas a lo largo de los años para proteger a esos trabajadores.

CONCLUSIÓN

En algún momento, muchos automovilistas concertarán una cita con un taller de carrocería para reparar su vehículo. Contar con talleres de carrocería competentes y de confianza es una función valiosa en el segmento de vehículos de nuestra sociedad.