Carbon Monoxide Fatality File – Spanish

Un trabajador muere por intoxicación de monóxido de carbono e inhalación de humo
Un trabajador de mantenimiento de un hospital estaba reparando un secador de pelo manual roto. Pidió a un compañero de trabajo que le ayudara a encontrar acetona para eliminar el epoxi de sus manos. Su compañero de trabajo no sabía dónde conseguir acetona, pero sí sabía que había un recipiente de un galón sin marcar guardado bajo el mostrador en el almacén de pintura.
Cogiendo este recipiente, procedió a desenroscar la tapa, volcando la lata para verter la sustancia sobre sus manos. El fondo de la lata se deslizó fuera del mostrador y cayó al suelo, salpicando el líquido por su pico. El trabajador de mantenimiento saltó a la parte trasera de la sala mientras su compañero salía por la puerta. En medio del pánico, el compañero cerró parcialmente la puerta para contener el líquido salpicado.
En la misma sala estaba funcionando un pequeño calentador eléctrico portátil. En cuestión de segundos, se produjo un incendio, seguido de una explosión, que cerró la puerta y atrapó al trabajador de mantenimiento en su interior. El líquido en llamas pasó por debajo de la puerta, extendiendo el fuego. El compañero de trabajo intentó rescatarlo abriendo la puerta, pero el suministro de oxígeno fresco provocó un nuevo fogonazo y envió un humo espeso al resto del edificio. Se produjo otra explosión dentro de la sala, llenando partes del edificio completamente de humo.
El exterior de la puerta estaba envuelto en llamas y el fuego se estaba extendiendo. El compañero de trabajo no pudo obtener ninguna respuesta verbal desde el interior, y un segundo intento de entrar en la habitación fue infructuoso cuando la puerta no cedió, incluso cuando intentó patearla. Durante este intento de rescatar a la víctima, el trabajador recibió quemaduras en la mano y se quemó el pelo de la cabeza. Se mareó y desorientó y tuvo que salir a rastras del edificio. Se dirigió a la enfermería del hospital, pero en su desorientación no recordaba por qué estaba allí ni lo que había sucedido.
La autopsia de los restos carbonizados del trabajador de mantenimiento fallecido confirmó que estaba vivo en el momento del incendio y que murió por intoxicación de monóxido de carbono e inhalación de humo. La autopsia descartó cualquier traumatismo pre-mortem o enfermedad preexistente que pudiera haber contribuido a su muerte. La identificación positiva tuvo que ser confirmada mediante la comparación de su placa dental superior.
La falta de concienciación sobre la seguridad, combinada con la complacencia de los materiales inflamables y combustibles, fue probablemente la causa principal de esta víctima mortal.
Los disolventes suelen arder a temperaturas relativamente bajas y, por lo tanto, son un peligro potencial de incendio. Es importante recordar que estos materiales pueden provocar un incendio cuando se exponen al calor, las llamas o las chispas por fricción.
El almacenamiento, la manipulación y el etiquetado adecuados de los disolventes reducirán en gran medida el peligro de fugas, incendios y explosiones. Deben almacenarse lejos de fuentes de ignición, en recipientes de seguridad bien cerrados y debidamente etiquetados. Y nunca se debe fumar cuando se trabaja con ellos o cerca de ellos.