Confined Spaces on the Farm Fatality File – Spanish

Cinco víctimas mortales
El 26 de julio, cinco trabajadores agrícolas murieron tras entrar consecutivamente en una fosa de estiércol en su granja. La fosa medía 6 por 7 metros y tenía 3 metros de profundidad. Las víctimas eran un ganadero de 65 años, sus dos hijos de 37 y 28 años, un nieto de 15 años y un sobrino de 63 años.
El hijo menor entró inicialmente en la fosa para sustituir un pasador de cizalla en un eje agitador. Al intentar salir de la fosa, la víctima inicial se vio superada y cayó al fondo. El nieto entró entonces en la fosa para intentar el rescate. Él también se vio superado y se desplomó. El sobrino, el hijo mayor y el ganadero entraron en el pozo de uno en uno, intentando rescatar a los que ya habían sido superados.
Cada uno de ellos fue vencido y se desplomó a su vez. Un instalador de alfombras que trabajaba en la granja entró entonces en la fosa para intentar un rescate. Él también fue vencido, pero fue rescatado por su ayudante y posteriormente se recuperó. Por último, el propietario de una empresa local de maquinaria agrícola llegó al lugar con dos de sus trabajadores y, con una cuerda, sacó a las cinco víctimas del pozo.
Cuando la brigada de salvamento local llegó al lugar, unos 20 minutos después del incidente, inició inmediatamente la reanimación cardiopulmonar. El sobrino fue declarado muerto en el lugar. Las cuatro víctimas restantes fueron trasladadas al hospital local.
El agricultor y su hijo menor fueron declarados muertos a su llegada, y el hijo mayor murió una hora después de llegar a la sala de emergencias. El nieto fue trasladado a un centro de traumatología mayor en helicóptero, pero murió aproximadamente 6 horas después de ser sacado de la fosa. Los informes del médico forense citan la asfixia por metano como causa de estas cinco muertes.