HECHOS
- Los respiradores desechables están diseñados para filtrar partículas de contaminantes no tóxicos transportados por el aire a niveles por debajo de los límites permisibles. Los respiradores desechables que son parte de los requisitos del trabajo se consideran obligatorios y los empleados deben completar una revisión médica, capacitación anual.
- Un respirador no puede dar a los trabajadores toda la protección para la que fue diseñado, a menos que sea seleccionado y usado correctamente durante todos los períodos de exposición.
- La protección respiratoria es importante porque puede proteger a las personas de daños a largo plazo para su salud.
- Los trastornos por inhalación pueden desarrollarse como resultado de un uso inadecuado de los equipos de protección respiratoria. Cuando se inhalan sustancias peligrosas en el lugar de trabajo (o en cualquier otro lugar), éstas pueden dañar los pulmones y las vías respiratorias. En algunos casos, los materiales nocivos pueden extenderse y afectar a otros órganos.
- Si bien los respiradores desechables son convenientes, debe conocer sus pautas de uso y limitaciones para usarlos de manera segura.
- Es importante verificar que su respirador desechable se ajuste correctamente cada vez que lo use.
ESTADÍSTICAS
- Se calcula que cada año se producen 12.000 muertes por enfermedades pulmonares relacionadas con exposiciones pasadas en el trabajo. Se estima que 18.000 nuevos casos al año son problemas respiratorios o pulmonares auto declarados relacionados con el trabajo.
- La tasa de enfermedades respiratorias aumentó de 1,1 casos por cada 10.000 trabajadores equivalentes a tiempo completo en 2019 a 44,0 casos en 2020.
- Muertes por enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores (incluido el asma).
- Número de defunciones: 156.979
- Defunciones por cada 100.000 habitantes: 47.8
- Causa de muerte: 4
- Las estimaciones recientes de la incidencia del síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) han variado de 1,3 a 22 por 100.000 años-persona (105 años-persona); la incidencia de la lesión pulmonar aguda (LPA) ha variado de 17,9 a 34 casos por 105 años-persona.