HECHOS
- Existen tres tipos principales de polvo de la construcción: polvo de sílice, polvo no silíceo y polvo de madera.
- El polvo puede causar inflamación y cicatrización de los pulmones (fibrosis), y algunos polvos concretos provocan graves enfermedades pulmonares.
- El Reglamento de Control de Sustancias Peligrosas para la Salud del 2002 impone requisitos legalmente vinculantes. Estos incluyen niveles de exposición tanto para el polvo total alienable como para el polvo respirable.
- La exposición al polvo debe eliminarse siempre que sea posible. Si no es posible, se debe evaluar el riesgo y aplicar las medidas de control adecuadas.
- La evaluación de riesgos, cuando no exista una alternativa viable, deberá proporcionar una “declaración de método” sobre cómo se logrará reducir la exposición al polvo a un nivel seguro.
- Los niveles de polvo tendrán que ser monitoreados para asegurar que la exposición está adecuadamente controlada.
- Operaciones como el corte, la molienda y el chorro de arena pueden ser fuentes importantes de partículas en el aire.
ESTADÍSTICAS
- El polvo de la construcción puede dañar gravemente la salud de los trabajadores de la construcción y, si la exposición es prolongada, puede llegar a matarlos. Sólo en Estados Unidos mueren entre 22.000 y 52.000 personas al año por inhalar aire contaminado, la mayoría de las cuales son trabajadores de la construcción. En Gran Bretaña, se cree que más de 500 trabajadores de la construcción mueren cada año de cáncer de pulmón. Estados Unidos y Europa han promulgado normas para mitigar los efectos del polvo.
- Según la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) del Departamento de Trabajo de EE.UU., unos 2,3 millones de trabajadores están expuestos a la sílice cristalina en el lugar de trabajo. Esta cifra incluye a 2 millones de trabajadores de la construcción.
- El editorial del Construction Index, que “el 81% de las 500.000 personas que están expuestas al polvo de sílice en el trabajo, están empleadas en la industria de la construcción.
- Se calcula que en EE.UU. hay unos 2,2 millones de trabajadores expuestos, de los cuales 1,85 millones trabajan en la construcción.
- La normativa de control de sustancias peligrosas para la salud (COSHH) establece normas industriales para la exposición a sustancias peligrosas, incluido el polvo.
- Se calcula que en el 2013 se atribuyeron 3.500 muertes por cáncer al sector de la construcción y la demolición, según Mike Slater, presidente de la Sociedad Británica de Higiene Ocupacional (BOHS)