HECHOS
- Cataratas – Las investigaciones han relacionado la luz UVB directamente con el desarrollo de cataratas, que se produce cuando el cristalino del ojo se vuelve gradualmente turbio y opaco, pudiendo provocar ceguera total si no se trata.
- Degeneración macular: la mácula está situada en el centro de la membrana ocular llamada retina y es la responsable de la visión clara y detallada. Con el tiempo y la exposición a los rayos UV, el cristalino del ojo filtra la mayor parte de la luz ultravioleta perjudicial antes de que tenga la oportunidad de dañar la retina y la mácula.
- Pterigión – También conocido como ojo de surfista, el pterigión se produce cuando la membrana protectora del exterior del ojo, llamada conjuntiva, se inflama y crece hacia el centro óptico del ojo. Suele estar asociado a la exposición prolongada a la luz solar, especialmente cuando se refleja en la superficie del agua o la nieve.
- Queratitis: la exposición excesiva a los dañinos rayos UV del sol y de las camas de bronceado puede hacer que la córnea se queme, de forma parecida a una quemadura solar. La córnea sirve para refractar la luz dentro del ojo y dirige la luz a la retina.
- Cánceres de piel en los párpados: al igual que el resto del cuerpo, los párpados son vulnerables a los duros efectos de la radiación UV y no sólo pueden sufrir quemaduras por sobreexposición, sino que también pueden desarrollar diversos grados de cáncer de piel, como carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y melanoma.
ESTADÍSTICAS
- Los estadounidenses anteponen la comodidad (65%) y la asequibilidad (54%) a la protección contra los rayos UV (44%) a la hora de comprar gafas de sol.
- Los padres son más propensos a llevar gafas de sol siempre o a menudo (56%) que sus hijos (29%).
- Muchos adultos que rara vez o nunca llevan gafas de sol (25 por ciento) afirman que omiten la protección ocular contra los rayos UV porque no tienen gafas de sol graduadas (41 por ciento).
- Los millennials son los que menos protegen su visión: el 55 por ciento de las personas de 20 años nunca, rara vez o sólo a veces usan gafas de sol.
- Los estadounidenses sólo utilizan gafas de sol cuando están al aire libre durante dos o más horas (39%).
- Los estadounidenses dejan sus ojos expuestos: sólo el 14 por ciento es probable que use gafas de sol mientras ve eventos deportivos al aire libre y sólo el 44 por ciento es probable que use gafas de sol en la playa.