Foot Safety – Its a Shoe in for Safety Fatality File – Spanish

Un obrero de la construcción se quema con hormigón de curado cáustico

El 26 de abril de 2004, el empleado # 1, un trabajador de la construcción estaba haciendo un trabajo llamado mucking, es decir, caminar en el hormigón húmedo, esparciendo el hormigón con una pala para nivelarlo para los acabadores de cemento, cuando se quemó en las piernas y los tobillos por el curado del hormigón. El proyecto que se estaba realizando era una línea de tranvía que estaba construyendo Stacy and Witbeck Inc. en San Diego, California. El trabajo que se estaba realizando era un vertido profundo, que requería que los empleados caminaran sobre el hormigón para extenderlo, vibrarlo y terminarlo. Caminaban sobre una estera de barras de refuerzo de 3 pulgadas y el vertido tenía 18 pulgadas de profundidad y 10 pies de ancho. Al caminar sobre el hormigón, la superficie del hormigón húmedo llegaba a la pantorrilla, por debajo de la rodilla, en la mayoría de los trabajadores. Debido al tamaño inusual del vertido y a los peligros de caminar sobre el hormigón, se organizó una reunión previa al trabajo antes de comenzar el vertido y se recordó a la cuadrilla que debían llevar botas de goma para la lluvia sobre los zapatos, que debían cerrar las botas con cinta adhesiva para evitar el contacto con el hormigón y que debían lavarse inmediatamente si su piel entraba en contacto con el hormigón húmedo. La cuadrilla necesitaba ayuda adicional, por lo que el capataz general llamó a otra cuadrilla y pidió que enviaran a otro obrero al lugar del vertido. Este trabajador, el empleado nº 1, no tenía experiencia con el riesgo de quemaduras cáusticas del hormigón húmedo y no llegó al lugar de vertido hasta que hubo terminado la reunión previa al trabajo y el vertido estaba en marcha. Intentó entrar en el vertido con las botas de trabajo normales puestas, le detuvieron, le dieron un par de botas de lluvia usadas que pertenecían a otro trabajador y volvió al vertido. Los supervisores participaban en el acabado del cemento y dijeron que no vieron lo que le ocurrió al trabajador después de eso. El empleado nº 1 dijo que las botas se le salían continuamente y que finalmente se quitó una de ellas y siguió trabajando en el hormigón húmedo, hasta la pantorrilla. Al cabo de cuatro horas informó de su quemadura al capataz general y abandonó la obra sin lavarse. Había una manguera de agua a unos 30 metros de la zona de vertido. El empleado nº 1 dijo que no sabía dónde estaba la manguera. Se lavó en casa después de salir. El empleado nº 1 sufrió quemaduras de tercer grado en el tobillo derecho y en otras zonas de la parte inferior de las piernas y se le desbridaron secciones de tejido de 0,125 pulgadas de profundidad y se sustituyeron por injertos de la cadera. Fue hospitalizado y permaneció en la unidad de quemados durante una semana después de la operación.