Harassment Leads to Suicide – Spanish

Los estudios muestran que el acoso en el lugar de trabajo (acoso sexual, intimidación y otras formas de acoso) puede tener efectos emocionales y físicos en una víctima y puede causar depresión, ansiedad y, en algunos casos, conducir a la autolesión e incluso al suicidio.

Carolyn Malkin cuenta la historia de su padre Wally Theodore, un impresor desplazado por la tecnología, que se convirtió en guardia armado de lo que ella llamó “camión de dinero”. Su padre también era representante del sindicato y ahí es donde empezaron los problemas.

Wally empezó a sufrir acoso después de no poder evitar el despido de un miembro del sindicato que fue sorprendido robando. El acoso no se limitaba al horario de trabajo, recibía llamadas acosadoras por las noches y también le regañaban en otros lugares. En mayo de 1982, Wally se disparó a sí mismo en la cabeza con su pistola de la empresa. No pudo soportar más el acoso. Su hija Carolyn tenía sólo 13 años en ese momento.

El acoso en el trabajo no es algo que la mayoría de las víctimas puedan dejar en el trabajo. Los efectos del acoso van más allá de los 9 a 5 años y tienen el potencial de devastar vidas y familias mucho después de que el acoso cese.