Hazards and Eye Protection on the Farm Fatality File – Spanish

La tragedia inspira la prevención 

Barry Weatherall trabajaba en una empresa de fontanería y calefacción en Alberta (Canadá) hace más de 15 años. Hoy dedica su tiempo a contar su historia a miles de trabajadores industriales de todo Canadá, sobre cómo perdió la vista. Con la esperanza de inspirar un cambio en la actitud común de “a mí no me va a pasar”, dirige talleres interactivos de 90 minutos sobre seguridad ocular en el lugar de trabajo. La historia de Weatherall, que le cambió la vida, comienza después de que, estando en el trabajo, recibiera información incorrecta de una empresa química sobre el riesgo que suponía neutralizar el ácido sulfúrico con otro producto químico llamado perla de sosa cáustica.

Weatherall llevaba un equipo de protección personal que incluía gafas de seguridad, una mascarilla y guantes mientras realizaba su trabajo. Cuando terminó de neutralizar los productos químicos y creyó que ya no había riesgo de explosión, salió para quitarse el EPP Su vida cambió para siempre cuando volvió a comprobar los productos químicos, sin ponerse de nuevo el EPP. Se produjo una explosión química que dejó a Weatherall permanentemente ciego. El contacto de los ojos con productos químicos constituye el 20% de las lesiones oculares. Las partículas volantes, una combinación de objetos que vuelan o caen o chispas que golpean el ojo, representan el 70% del total de las lesiones.  “Las empresas pueden capacitar a la gente hasta que se ponga azul, pero una vez que el trabajador está en el lugar de trabajo por sí mismo, depende de ese trabajador tomarse el tiempo para estar seguro”, dijo. La intención del programa es proporcionar a los trabajadores una perspectiva intensa y totalmente nueva sobre la seguridad ocular.