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HECHOS

  1. Los trabajadores sanitarios a domicilio se enfrentan a una serie de riesgos de seguridad -como el sobreesfuerzo, las caídas, los accidentes de tráfico y las mascotas hostiles- que hacen que su trabajo sea más traicionero que el de sus homólogos hospitalarios.
  2. Los riesgos del trabajo de enfermería pueden perjudicar la salud tanto de forma aguda como a largo plazo. Estas consecuencias para la salud incluyen lesiones/trastornos musculoesqueléticos, otras lesiones, infecciones, cambios en la salud mental y, a más largo plazo, enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neoplásicas.
  3. El número de beneficiarios de Medicare que reciben cuidados paliativos ha crecido de forma constante en la última década. 
  4. Las minorías raciales tienen menos probabilidades de morir en casa, ya sea por disparidades en el acceso a la atención sanitaria o por preferencias culturales. Las mujeres, tienen menos probabilidades de morir en casa, ya que tienden a ser más propensas que los hombres a desempeñar el papel de cuidadoras.
  5. Los cuidados paliativos garantizan que los cuidadores no se agoten. También da a los pacientes y a los cuidadores las herramientas que necesitan para superar los momentos de dolor y malestar, cuando de otro modo podrían sentirse obligados a llamar al 911.

ESTADÍSTICAS

  • La tasa de lesiones en los centros de atención domiciliaria es aproximadamente un 50% superior a la de los hospitales, según informa la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
  • Más de 1.700 trabajadores sanitarios han muerto a causa del COVID-19 desde que comenzó la pandemia, según un nuevo informe de uno de los mayores sindicatos de enfermeras del país. 
  • Según el informe de National Nurses United (NNU), esa cifra incluye a más de 200 enfermeras. De las enfermeras que han muerto, un número desproporcionado (60%) eran personas de color en comparación con la cuarta parte de las enfermeras registradas en EE.UU. que son personas de color, según el informe.
  • Los estudios han demostrado que aproximadamente el 80% de los estadounidenses preferirían morir en casa, si fuera posible.
  • A pesar de ello, el 60% de los estadounidenses mueren en hospitales de cuidados intensivos, el 20% en residencias de ancianos y sólo el 20% en casa.
  • Una minoría de los pacientes moribundos recurre a los cuidados paliativos e incluso esos pacientes suelen ser remitidos a los cuidados paliativos solo en las últimas 3-4 semanas de vida.
  • De 2003 a 2017, el porcentaje de personas que mueren en casa aumentó del 23,8% al 30,7%, según los investigadores. Al mismo tiempo, las muertes que se produjeron en los hospitales cayeron del 39,7 por ciento en 2003, al 29,8 por ciento en 2017.