Horse and Cattle Handling Safety Fatality File – Spanish

Muere un ganadero tras ser embestido por un toro

Una granjera de 53 años que trabajaba con su marido en una explotación lechera familiar resultó herida por un toro Holstein de 2 ½ años durante las tareas matinales de ordeño. El día del incidente, la víctima y su marido comenzaron sus tareas habituales: la esposa estaba en el edificio de la lechería trabajando con las vacas en el corral de espera hasta la sala de ordeño para ordeñarlas, mientras su marido estaba en el establo cercano, limpiando los suelos con una pala cargadora. Cuando su mujer no salió de la zona de ordeño tras poner en marcha un grupo de vacas en las máquinas de ordeño, el marido entró en la sala para ver cómo estaba. La encontró tumbada cerca de la puerta que separa el corral de espera de la zona de ordeño. No podía moverse y le dijo a su marido que el toro del corral la había golpeado por detrás. El marido la trasladó a la zona de ordeño, aseguró el ganado en el corral de espera y llamó al 911. Los primeros auxilios llegaron y trasladaron a la mujer a la zona de ordeño. Los primeros en llegar trasladaron a la mujer al hospital. A su llegada, la mujer estaba despierta y orientada, pero en estado crítico, con múltiples heridas por objeto contundente y la médula espinal casi seccionada. Su estado empeoró y murió tres días después. Entre los factores que contribuyeron a esta lesión mortal figuran el hecho de trabajar sola y en una zona cerrada donde había un toro en presencia de una o más vacas probablemente en celo.

Se formulan las siguientes recomendaciones para prevenir futuros incidentes:

  1. Estar siempre atento a la ubicación y el comportamiento de los toros cuando se entra en una zona de estabulación o pasto. Trabajar con un compañero, cuando sea posible, en lugar de hacerlo solo.
  2. Reconocer los escenarios y comportamientos que indiquen que es probable que los toros amenacen o ataquen.
  3. Sacar a los toros de la manada a la primera muestra de comportamiento agresivo o frenético hacia los adiestradores.

Además de las recomendaciones específicas anteriores relacionadas con este caso, los productores lácteos deben advertir a los visitantes y a otras personas que no estén familiarizadas con el comportamiento potencialmente agresivo de los toros lecheros que no entren en los pastos, corrales de retención o corrales donde haya ganado. A la hora de planificar las instalaciones lecheras, se debe incluir una instalación segura donde los toros puedan ser conducidos y retenidos durante el ordeño, así como vías de escape accesibles o zonas protegidas, como puertas de paso, para trabajar en espacios reducidos con el ganado. Si es económicamente viable, considere el uso de la inseminación artificial para eliminar la necesidad de toros lecheros in situ.