Hospital Workers Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO

Administradores de hospitales, conserjes, cocineros, auxiliares, enfermeras y médicos trabajan en un entorno difícil. Los hospitales funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana, fines de semana y festivos, y deben estar preparados en cualquier momento del día o de la noche para situaciones de emergencia.

CUÁL ES EL PELIGRO

Los trabajadores sanitarios se lesionan o enferman en el lugar de trabajo

La tasa de lesiones entre los trabajadores de la sanidad y la asistencia social es superior a la de cualquier otro sector. Las enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo a las que se enfrentan los trabajadores sanitarios son incluso mayores que las de los pertenecientes a la industria manufacturera y la construcción. Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una de cada cinco lesiones laborales no mortales registradas en 2013 se produjo entre los trabajadores sanitarios. Los auxiliares de enfermería, asistentes y ordenanzas sufrieron las tasas más elevadas de trastornos musculoesqueléticos.

Otras personas que trabajan en centros sanitarios también se enfrentan a peligros similares. Las personas que trabajan en el mantenimiento de equipos médicos, el mantenimiento mecánico, el mantenimiento de edificios y terrenos, el servicio de comidas, la lavandería, la limpieza y el personal administrativo han notificado lesiones y enfermedades no mortales en el lugar de trabajo.

COMO PROTEGERSE

REDUCCIÓN Y ELIMINACIÓN DE RIESGOS

  1. Precauciones para evitar los patógenos transmitidos por la sangre. Los trabajadores sanitarios suelen entrar en contacto con los fluidos corporales de los pacientes y, por tanto, están expuestos a patógenos transmitidos por la sangre. En este caso, las infecciones bacterianas y víricas se transmiten a través de la sangre y otros fluidos corporales. El riesgo de infección aumenta cuando un trabajador entra en contacto con estos fluidos. Por ello, el personal sanitario debe tomar las precauciones necesarias y utilizar equipos de protección individual para evitar la contaminación. Las batas, los guantes, las gafas de seguridad y los protectores faciales mantendrán los fluidos corporales alejados de la piel del trabajador.

El hospital-centro sanitario también debe garantizar una gestión adecuada de las exposiciones y reducir-eliminar la presencia de microorganismos causantes de infecciones dentro del centro. Algunas de las mejores prácticas incluyen:

  • Practicar la higiene de las manos
  • Uso de antisépticos y desinfectantes en la piel antes de un procedimiento quirúrgico o una inyección intravenosa
  • Limpieza y descontaminación del instrumental

Los trabajadores que podrían estar expuestos también deben estar inmunizados contra la hepatitis B, la hepatitis C y otros patógenos transmitidos por la sangre o el aire.

  1. Cuidado con los objetos punzantes. Los bisturíes, agujas y otros objetos punzantes que se han utilizado en instalaciones médicas suelen estar contaminados. El personal sanitario suele entrar en contacto con ellos. Para evitar los riesgos para la salud derivados de ellos, es importante seguir un sistema adecuado de eliminación de todos los objetos punzantes y los residuos infecciosos. Además, los trabajadores deben tener cuidado al manipular objetos punzantes, ya que los pinchazos suelen aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas.

En la medida de lo posible, evite el uso de agujas. En la actualidad, muchos hospitales e instalaciones médicas de Estados Unidos han reducido el uso de agujas, utilizando vías alternativas mediante técnicas de manos libres. Otras prácticas para reducir o eliminar el riesgo de heridas punzantes son desechar las jeringuillas en el punto de uso en una caja de seguridad, no volver a tapar las agujas, utilizar agujas de sutura romas y hojas de bisturí con puntas redondeadas, pasar los instrumentos punzantes por palanganas, utilizar guantes desechables, etc.

  1. Utilice dispositivos adecuados para reducir el riesgo de lesiones musculoesqueléticas. Las lesiones musculoesqueléticas son frecuentes entre los profesionales de la medicina que tienen que levantar a pacientes inmóviles y-o trasladarlos entre camas y sillas de ruedas. Esto pone a estos trabajadores en riesgo de sufrir trastornos musculoesqueléticos, que lesionan los huesos, músculos, ligamentos, nervios, articulaciones, cartílagos, tendones o vasos sanguíneos de la espalda, las extremidades, el cuello o la cabeza.

Para protegerse de los trastornos musculoesqueléticos y los dolores intensos, utilice siempre que pueda dispositivos de ayuda como sábanas deslizantes, arneses y grúas electrónicas. Si no tiene acceso a estos dispositivos, al menos utilice la mecánica corporal correcta para reducir el riesgo de lesiones; por ejemplo, mantenga los pies separados y las rodillas flexionadas cuando levante a un paciente inmóvil.

  1. Forme a los empleados para que estén a salvo de los riesgos químicos. Algunas sustancias químicas utilizadas en el sector sanitario pueden provocar enfermedades graves como cáncer, trastornos reproductivos, enfermedades neurológicas, asma y trastornos del desarrollo. Entre esas sustancias químicas peligrosas figuran el mercurio, los ftalatos, el bisfenol A y el triclosán. Los trabajadores médicos pueden estar expuestos a agentes quimioterapéuticos y medicamentos, que son nocivos y deben manipularse adecuadamente.

Según la OSHA, los centros médicos deben formar a sus empleados sobre la manipulación segura de sustancias peligrosas. Además, los profesionales médicos deben tener acceso a las fichas de datos de seguridad con detalles sobre la composición de cada producto químico utilizado en la instalación y sus peligros potenciales.

  1. Impartir formación sobre seguridad contra incendios. Aunque el número de incendios en hospitales y hospicios disminuye cada año, la Asociación Nacional de Protección contra Incendios informa de que en 2010 se produjeron 5.540 incidentes. Los quirófanos corren el mayor riesgo porque contienen gases inflamables y otros materiales como oxígeno, metano, hidrógeno, óxido nitroso, mascarillas de plástico, agentes antisépticos y cortinas de tela.

Los hospitales y centros médicos deben minimizar el riesgo de incendio tomando las precauciones adecuadas, como utilizar materiales hidrosolubles para cubrir las partes inflamables del cuerpo; evitar la acumulación de óxido nitroso y oxígeno; utilizar paños quirúrgicos ignífugos y guardar las herramientas de electro cauterización en lugares adecuados.

SISTEMA DE GESTIÓN DE LA SEGURIDAD Y LA SALUD

Liderazgo. Los directivos demuestran su compromiso con la mejora de la seguridad y la salud, comunican este compromiso y documentan los resultados en materia de seguridad y salud. Hacen de la seguridad y la salud una prioridad absoluta, establecen metas y objetivos, proporcionan recursos y apoyo adecuados y dan buen ejemplo.

Participación. Lo ideal es que los empleados, con su conocimiento específico del lugar de trabajo, participen en todos los aspectos del programa. Se les anima a comunicarse abiertamente con la dirección y a informar de los problemas de seguridad y salud.

Identificación de peligros. Existen procesos y procedimientos para que las organizaciones puedan identificar continuamente los peligros en el lugar de trabajo y evaluar los riesgos. Se realiza una evaluación inicial de los peligros y los controles, así como reevaluaciones periódicas.

Prevención y control de peligros. Se aplican programas para eliminar o controlar los peligros en el lugar de trabajo y alcanzar los objetivos de seguridad y salud. Se realiza un seguimiento de los avances en la aplicación de los controles.

Educación y formación. Todos los empleados reciben formación sobre el reconocimiento y el control de riesgos y sobre sus responsabilidades en el marco del programa.

Evaluación del sistema. Se establecen procesos para supervisar el rendimiento del sistema, verificar su aplicación, identificar deficiencias y oportunidades de mejora, y adoptar medidas para mejorar el sistema y el rendimiento general en materia de seguridad y salud.

CONCLUSIÓN

Si bien es cierto que los profesionales sanitarios se enfrentan a diversos peligros para la seguridad desde el primer momento en que pisan un centro médico, hay formas de prevenir o al menos minimizar los riesgos. Los hospitales y los centros médicos deben asumir responsabilidades para que el lugar de trabajo sea lo más seguro posible para los trabajadores.