
HECHOS
- Intoxicación por Monóxido de Carbono: El uso inadecuado de generadores en interiores puede provocar una peligrosa acumulación de monóxido de carbono.
- Deterioro de los Alimentos: Los cortes de energía prolongados pueden hacer que los alimentos perecederos se echen a perder, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.
- Contaminación del Agua: La pérdida de energía puede afectar a los sistemas de purificación de agua, dando lugar a agua potable insegura.
- Avería de Dispositivos Médicos: Las personas que dependen de dispositivos médicos alimentados eléctricamente pueden enfrentarse a situaciones potencialmente mortales sin energía de reserva.
- Aumento del Riesgo de Incendios: El uso de velas o una configuración inadecuada del generador puede elevar el riesgo de incendios durante los cortes de energía.
- Interrupción de las Comunicaciones: La pérdida de energía puede inutilizar las redes de comunicación, dificultando el acceso a los servicios de emergencia y a la información.
ESTADÍSTICAS
- En 2021, los clientes de electricidad de Estados Unidos experimentaron una media de algo más de siete horas de interrupciones del suministro eléctrico, a las que contribuyeron significativamente fenómenos graves como los huracanes.
- Entre 2013 y 2023, los diez mayores cortes de electricidad de EE.UU. se debieron a fenómenos meteorológicos graves, siendo los huracanes y las tormentas de invierno los causantes de ocho de estos cortes.
- El huracán Ida en 2021 provocó cortes de servicio de hasta 1,2 millones de clientes de electricidad en ocho estados.
- Durante el huracán Fiona, en septiembre de 2022, la carga de electricidad en la Isla del Príncipe Eduardo descendió significativamente debido a los cortes de electricidad generalizados, lo que puso de manifiesto el impacto de la tormenta en la red eléctrica.
- Tras el huracán Fiona en 2022, los residentes de la Isla del Príncipe Eduardo y Nueva Escocia manifestaron un alto nivel de preocupación por el riesgo de desastres naturales o emergencias relacionadas con el clima, con un 44% y un 32% respectivamente que expresaron una preocupación significativa.