Insect Repellents Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO

Los repelentes de insectos pueden parecer inofensivos, pero utilizarlos de forma incorrecta puede acarrear graves problemas. Estos productos contienen sustancias químicas potentes diseñadas para mantener alejados a los insectos, pero si no se tiene cuidado, pueden irritar la piel, afectar a la respiración o provocar reacciones que lleven al paciente al hospital.

El verdadero riesgo no son sólo unas cuantas picaduras de mosquito. Si no usas repelente, abres la puerta a enfermedades como la enfermedad de Lyme, el virus del Nilo Occidental o el Zika, enfermedades que pueden causar problemas de salud a largo plazo. Por otra parte, si lo aplicas en exceso o no sigues las instrucciones, puedes acabar con quemaduras químicas o envenenarte accidentalmente o envenenar a otros.

CUÁL ES EL PELIGRO

Los repelentes de insectos pueden parecer sencillos, pero utilizarlos incorrectamente u omitirlos por completo puede provocar graves problemas de salud. Tanto si trabajas al aire libre en el bosque, cerca de agua estancada o en una obra, el peligro va más allá de las picaduras de insectos.

Insectos Portadores de Enfermedades

Los mosquitos y las garrapatas no son sólo plagas: pueden transmitir enfermedades peligrosas como la enfermedad de Lyme, el virus del Nilo Occidental, el virus Zika y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Estas enfermedades pueden provocar fiebre, fatiga, dolor articular o incluso problemas neurológicos o cardíacos a largo plazo. Una sola picadura de un insecto infectado puede causar graves problemas de salud y apartar a alguien del trabajo durante días, semanas o incluso permanentemente.

Uso Inadecuado de Repelentes

Aunque los repelentes de insectos ayudan a reducir el riesgo, pueden convertirse en un peligro si se utilizan mal. Rociar los repelentes demasiado cerca de los ojos, aplicarlos en exceso o utilizar el producto incorrecto para el trabajo puede provocar quemaduras químicas, problemas respiratorios o reacciones alérgicas. Los trabajadores pueden pensar que están protegidos, pero un mal uso les da una falsa sensación de seguridad y les deja expuestos.

Ejemplo:

Un trabajador de mantenimiento del suelo olvida aplicarse repelente antes de desbrozar una zona boscosa. Una semana después, desarrolla una erupción cutánea y dolor en las articulaciones. Tras acudir al médico, le diagnostican la enfermedad de Lyme, probablemente por la picadura de una garrapata. El trabajador necesita una baja y un tratamiento a largo plazo.

Otros Peligros Incluyen:

  • El Calor y el Sudor Reducen la Eficacia de los repelentes, dejando la piel expuesta más tiempo del previsto.
  • Aplicar Repelente Cerca de Llamas Abiertas (como antorchas de citronela o equipos), lo que aumenta el riesgo de incendio
  • Utilizar el Repelente Sobre Piel Agrietada o Irritada, lo que puede provocar picaduras, infecciones o absorción sistémica.

COMO PROTEGERSE

Utilizar repelentes de insectos de forma segura es fundamental para protegerse no sólo de las picaduras, sino también de los posibles riesgos para la salud de los propios repelentes. Si se utilizan correctamente, estos productos pueden prevenir enfermedades graves como la enfermedad de Lyme o el virus del Nilo Occidental, pero su uso incorrecto o excesivo puede provocar irritación cutánea, problemas respiratorios o incluso exposición a sustancias químicas. A continuación te explicamos cómo mantenerte seguro y obtener la protección que necesitas.

Elija el Producto Adecuado

No todos los repelentes de insectos son iguales. Elija uno que se adapte a su entorno y al riesgo de exposición. Por ejemplo, si trabaja cerca de agua estancada, puede necesitar un repelente con una mayor concentración de DEET. Por otro lado, si está en interiores o en una zona de bajo riesgo, una fórmula más ligera o una opción natural pueden ser suficientes. Compruebe siempre en la etiqueta si está autorizado su uso sobre la piel, la ropa o el equipo, y no utilice nunca en el cuerpo productos de fuerza industrial fabricados para el equipo.

Aplícalo y Guárdalo con Seguridad

Antes de aplicarlo, comprueba tu piel: evita las zonas agrietadas o irritadas. Rocíe o aplique el repelente uniformemente sobre la piel expuesta y la ropa. Si es un aerosol, nunca lo rocíe directamente en la cara; rocíe primero en las manos y luego aplíquelo con cuidado. Evite el contacto del repelente con los ojos, la boca y los alimentos. Después de su turno, lave la piel tratada con agua y jabón. Guarde siempre los repelentes en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar o las llamas, y asegúrese de que los envases estén bien cerrados para evitar fugas o emanaciones.

Cómo Actuar si se Produce una Reacción

A veces, aunque se utilicen correctamente, los repelentes pueden provocar irritaciones o reacciones alérgicas. Si usted o un compañero de trabajo nota una erupción cutánea, mareos, dificultad para respirar o molestias en los ojos después de aplicarse el repelente, deje de usarlo inmediatamente y lave la zona afectada con agua y jabón suave. Salga al aire libre y busque ayuda médica si los síntomas persisten o empeoran. Informe siempre de cualquier reacción a su supervisor: ayuda a mantener la seguridad de todo el equipo al prevenir futuros incidentes.

Combinar Protección sin Riesgos

Evite mezclar productos a menos que la etiqueta diga que es seguro. Algunas personas intentan mezclar el repelente de insectos con el protector solar, pero eso puede hacer que los productos químicos se descompongan o reaccionen. Si necesita ambos, aplíquese primero el protector solar, déjelo secar y, a continuación, aplíquese el repelente encima.

Consejos Clave para estar Seguro:

§  No aplique repelente de insectos bajo la ropa.

§  Lávate la piel tratada cuando acabes tu turno.

§  No te apliques nunca en el cuerpo sprays contra insectos con la etiqueta «sólo para equipos».

§  Si le entra repelente en los ojos, enjuáguelos durante 15 minutos y solicite asistencia médica.

§  Vuelva a aplicarlo sólo con la frecuencia recomendada en la etiqueta.

CONCLUSIÓN

Los repelentes de insectos ayudan a protegernos de graves riesgos para la salud, pero sólo cuando se utilizan correctamente. Tanto si se aplica el spray antes de un turno al aire libre como si se utiliza ropa tratada en un lugar de trabajo, es importante seguir las instrucciones de la etiqueta, aplicarlo de forma segura y evitar la sobreexposición.