Make Safety Personal Fatality File – Spanish

Un albañil sufre una grave lesión en el hombro cuando su jefe ignora su petición de “ir más despacio”
Un albañil que llevaba toda la vida colocando ladrillos y bloques. Ese día en particular, estaba ayudando a su jefe a desmontar un andamio en el que había estado trabajando el equipo de albañilería. El jefe estaba más arriba en el andamio y tenía que pasarle al albañil piezas del andamio a medida que las desmontaba. El jefe tenía prisa. El cliente le pidió repetidamente que fuera más despacio, ya que había que bajar cada pieza del andamio de forma segura. Desgraciadamente, el jefe no escuchó. A pesar de las repetidas llamadas para que redujera la velocidad, el jefe dejó caer una viga de acero que golpeó el hombro y el cuello de nuestro cliente.
Aturdido, en estado de shock y con un dolor extremo, el albañil descansó en la obra. Finalmente, consiguió llegar a casa. A pesar del dolor extremo, se dirigió a su médico de cabecera local en busca de tratamiento médico. Las exploraciones posteriores revelaron una fractura de la clavícula derecha, un desgarro del manguito de los rotadores, un desgarro de los tendones y una fractura de clavícula. Le remitieron a un especialista para que le operara.
Tras la operación, el albañil pasó un largo periodo de rehabilitación que incluyó fisioterapia, masajes y programas de ejercicios. Finalmente, el cliente recibió un certificado para intentar realizar tareas muy ligeras. Tras presentarse al trabajo, el jefe le asignó varias tareas, como limpiar ladrillos, palear y vaciar cubos de material de construcción. Ni siquiera hace falta decir que al albañil le resultaba casi imposible realizar estas tareas, ya que tenía que favorecer su brazo y su hombro lesionados. Al favorecer su brazo y hombro lesionados, el albañil empezó a desarrollar síntomas en su brazo y hombro sanos. Tuvo que dejar de trabajar, ya que había desarrollado una grave lesión en el manguito de los rotadores de su hombro sano. Tuvo que pasar por el quirófano una segunda vez y siguió un largo periodo de rehabilitación. No se rindió. Finalmente, volvió a intentar realizar tareas ligeras, pero una vez más su jefe le dio trabajos que agravaban ambos hombros. Finalmente, le dijeron que ya no había más tareas ligeras disponibles para él.
Como resultado de estas lesiones, su dolor continuo y el tratamiento que le dispensó su empleador desarrolló una grave depresión. Seguía sufriendo mucho dolor y se dio cuenta de que cualquier perspectiva de volver a la industria de la construcción se esfumó cuando le dijeron que podría tener que someterse a una nueva operación. Ha aplazado la operación todo lo que ha podido, preocupado porque si no tenía éxito, tendría los brazos y los hombros totalmente incapacitados.