Schoolbus Driver Safety – Emergency Planning Fatality File – Spanish

Un Niño de 11 Años Salva a sus Compañeros de Clase al Tomar el Control de un Autobús Escolar que se Desvía
No debía levantarse del asiento y, desde luego, no tiene edad para conducir un coche, y mucho menos un autobús. Pero las normas a veces no se aplican en caso de emergencia y el lunes, un joven estudiante de Cleveland estaba demasiado ocupado salvando vidas como para pensar en las normas.
Un niño de 11 años iba a bordo de su autobús escolar cuando el conductor se bajó un momento para echar gasolina y correr al lavabo. Pero algo ocurrió en su ausencia y el gran vehículo se salió de alguna manera del aparcamiento y empezó a rodar cada vez más rápido por una empinada colina hacia un desastre seguro.
Algunos de los otros 26 niños que iban dentro saltaron a la calle, mientras que otros se quedaron paralizados de miedo y gritaban de pánico. Fue entonces cuando el joven saltó al asiento del conductor e intentó por todos los medios que se detuviera. Tiró del freno de emergencia, pero el autobús no frenó. Así que el avispado estudiante hizo lo único que su instinto le decía: estrellar el vehículo de la forma más segura posible.
Dirigió el vehículo por encima de un bordillo y lo estrelló contra un gran pilar en el que quedó destrozada la parte delantera, pero dejó a salvo a los pasajeros. La policía atribuye al chico el mérito de haber salvado muchas vidas con sus acciones. El autobús se dirigía cuesta abajo por una zona industrial, acelerando a medida que avanzaba. Se detuvo justo antes de tomar una curva cerrada que probablemente habría provocado el vuelco, con lesiones potencialmente catastróficas para el resto de los pasajeros.
En lugar de ello, 15 jóvenes sólo sufrieron heridas leves y fueron atendidos y dados de alta.
Las autoridades se apresuraron a elogiar al muchacho. «Este chico pensó muy rápido», admira Larry Gray, portavoz del cuerpo de bomberos local. Pero no estaban tan contentos con la actuación del conductor del autobús. Según las normas estatales, el hombre al volante no puede salir de su vehículo bajo ninguna circunstancia si hay un solo alumno a bordo, ni siquiera para repostar.
Strickland recuerda que fue al aseo y aporreó la puerta, gritando que saliera. Pero no llegó a tiempo. Empezó a correr detrás del autobús mientras éste rodaba por la calle lateral e, irónicamente, fue quien más sufrió las consecuencias del aterrador incidente. Fue trasladado al hospital con dolores en el pecho. Se está investigando su actuación.
Los expertos no saben por qué el autobús empezó a rodar. Una inspección no encontró problemas mecánicos y un testigo dice estar seguro de que ninguno de los niños lo manipuló ni provocó que se pusiera en marcha de repente.
Fuente: Toronto.citynews.ca