Security Guard Safety Fatality File – Spanish

Muere un hombre tras un altercado con un guardia de seguridad de Bunnings: “Ayúdame”.

Anthony Georgiou gritó pidiendo ayuda y jadeó después de que dos agentes de seguridad de un almacén Bunnings le hicieran una llave en la cabeza.

Había robado una bombona de gas y una hoja de sierra en el almacén de Frankston, Melbourne, y los agentes intentaban impedir que escapara.

“Ayúdenme, ayúdenme, suéltenme”, oyó gritar un testigo al Sr. Georgiou, mientras forcejeaba con ellos en el suelo.

A pesar de su evidente angustia, los agentes de prevención de pérdidas subcontratados por la tienda siguieron sujetando al hombre de 31 años. Quedó inconsciente y fue trasladado al hospital, donde murió ese mismo día.

Un forense de Victoria ha determinado que la muerte del Sr. Georgiou en septiembre de 2016 no se habría producido si no hubiera sido sujetado por los agentes de Bunnings.

“Parece haber pocas dudas de que si el Sr. Georgiou no hubiera estado involucrado en la lucha … se habría ido de Bunnings ese día”, dijo el forense Darren Bracken en sus conclusiones, publicadas esta semana.

El forense explicó que el hecho de que le hicieran una llave en la cabeza en Bunnings le había causado lesiones que le impedían respirar.

Los agentes de seguridad declararon en la investigación que al principio intentaron que Georgiou devolviera los objetos robados a la tienda, pero éste se puso agresivo, dijo “no me jodas” y se alejó de ellos.

Uno de los agentes dijo que agarró al Sr. Georgiou, cerca de la salida, le dijo que estaba detenido y le dijo: “vamos a hacerlo fácil y vuelve con nosotros”, pero no le hicieron caso.

Intentó agarrar al Sr. Georgiou por el pecho y colocó la pierna detrás de él para tirarlo al suelo, pero era “tan fuerte que cuando lo agarré, me levantó”.

Los dos agentes declararon que emplearon su fuerza para intentar tirarle al suelo haciéndole una llave en la cabeza, lo que infringía el código de conducta de Bunnings y la capacitación impartida a los agentes de policía de enlace sobre cómo tratar a los ladrones.

Pero el forense descubrió que a los dos no se les había dado nunca una copia del código y que ninguno de los dos había asistido a un curso de capacitación.

El gerente de la tienda fue testigo de la pelea, pero no intervino. Dijo a los investigadores que Bunnings le había dicho que no se involucrara con los LPO cuando se tratara de artículos robados.

El juez de instrucción hizo una serie de recomendaciones a Bunnings, entre ellas que se capacitara a los LPO y a los gerentes de tienda sobre cómo actuar en caso de enfrentamiento con los clientes.

Bunnings informó al juez de instrucción de que había tomado varias medidas a raíz de las cuestiones que surgieron durante la investigación, incluida la actualización de su código de conducta para dejar claro cuándo se puede utilizar la fuerza física.

El director de operaciones de Bunnings, Ryan Baker, dijo a la AAP que las recomendaciones del forense serían revisadas en detalle.