Workplace Violence at Schools – “If You See Something, Say Something” Stats and Facts – Spanish

HECHOS
- Los educadores pueden sufrir agresiones físicas por parte de alumnos o intrusos, lo que provoca lesiones y traumas psicológicos.
- El lenguaje amenazante puede crear un ambiente de trabajo hostil, afectando a la salud mental de los profesores y a su rendimiento laboral.
- El acoso persistente por parte de estudiantes o colegas puede escalar a formas más graves de violencia si no se aborda.
- La presencia de armas en las instalaciones escolares supone riesgos significativos para la seguridad tanto del personal como de los alumnos.
- El miedo a las represalias o la incredulidad pueden llevar al personal a evitar informar de comportamientos sospechosos, permitiendo que las amenazas potenciales queden sin control.
- La falta de formación adecuada para reconocer y responder a las señales de advertencia puede dejar a los educadores mal preparados para hacer frente a la violencia potencial.
ESTADÍSTICAS
Canadá:
- Una encuesta reveló que el 75% de los asistentes educativos informaron haber experimentado fuerza física durante el año escolar 2022-2023, lo que destaca la prevalencia de la violencia en las escuelas.
- El 31% de los hombres y el 47% de las mujeres informaron haber sufrido acoso o agresión sexual en el lugar de trabajo, lo que indica importantes preocupaciones en materia de seguridad.
- Un abrumador 75% de los miembros de OSSTF/FEESO informaron de un aumento de los incidentes de violencia desde que empezaron a trabajar, y el 31% había experimentado personalmente la fuerza física.
EE. UU:
- En el año escolar 2020-2021, el 6% de los maestros de escuelas públicas informaron haber sido amenazados con lesiones por un estudiante, mientras que el 4% informó haber sido atacado físicamente.
- Las agresiones en el lugar de trabajo provocaron 57.610 lesiones en 2021-2022, lo que pone de relieve la necesidad de estrategias eficaces de prevención de la violencia.
- La política de «ver algo, decir algo» de un instituto de Michigan puede haber evitado un desastre, lo que demuestra la eficacia de este tipo de iniciativas para prevenir la violencia escolar.