Workplace Violence at Schools – Maintaining Safe Interactions: Setting Boundaries Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO
Hablemos de crear un entorno escolar seguro y respetuoso. No se trata sólo de evitar las peleas físicas, sino también de abordar esas interacciones cotidianas que pueden hacer que la gente se sienta incómoda, irrespetada o incluso amenazada. Nos referimos a cosas como la agresión verbal, la violación de los límites y la falta de respeto en general. Cuando este tipo de comportamientos no se controlan, pueden crear un ambiente realmente negativo e incluso dar lugar a incidentes más graves.
CUÁL ES EL PELIGRO
Cuando pensamos en la violencia en las escuelas, lo primero que suele venirnos a la mente son los altercados físicos. Pero otras formas de violencia pueden ser igual de perjudiciales. Cuando no mantenemos interacciones seguras y establecemos límites claros, creamos un entorno en el que las cosas pueden agravarse fácilmente. Veamos algunos ejemplos concretos de violaciones de límites e interacciones inseguras:
Tipos de Violaciones de Límites e Interacciones Inseguras:
- Agresión Verbal y Falta de Respeto: Esto incluye gritos, insultos, menosprecios y cualquier abuso verbal que haga que alguien se sienta amenazado o menospreciado. Por ejemplo, un alumno que grita insultos a un profesor o un profesor que utiliza comentarios sarcásticos y condescendientes hacia un alumno.
- Intimidación y Amenazas: Se trata de infundir miedo y control mediante gestos amenazadores, lenguaje corporal agresivo o amenazas directas o indirectas de hacer daño. Por ejemplo, un alumno cerrando el puño o diciendo «Más vale que te cuides la espalda».
- Contacto Físico Inapropiado: Cualquier contacto físico no deseado, empujón o agarre, incluso aparentemente menor, es una violación de los límites.
- Ignorar o Desestimar Preocupaciones: Esto socava la confianza y desalienta la denuncia al restar importancia o ignorar las denuncias de intimidación, acoso o amenazas.
Factores que Contribuyen – ¿Por qué Suceden Estas Cosas?
Varias cosas pueden contribuir a estas interacciones inseguras. A veces, es la falta de expectativas claras. Si no comunicamos claramente lo que es un comportamiento aceptable y lo que no lo es, puede haber confusión y violación de los límites. Los desequilibrios de poder, ya sea entre alumnos y personal o entre distintos grupos de alumnos, también pueden crear oportunidades para el abuso y la intimidación. Los entornos estresantes o caóticos pueden dificultar la regulación de las emociones y aumentar la probabilidad de comportamientos impulsivos o agresivos. Y si la gente no tiene las habilidades necesarias para resolver los conflictos pacíficamente, los desacuerdos pueden salirse rápidamente de control.
COMO PROTEGERSE
¿Cómo podemos crear una escuela más segura en la que todos se sientan respetados y valorados? Empezando por ser proactivos a la hora de establecer y mantener unos límites claros.
Establecer Expectativas Claras – Poner a Todo el Mundo de Acuerdo:
Es fundamental comunicar claramente a todos, alumnos, compañeros y padres las expectativas de un comportamiento respetuoso. Esto incluye las expectativas sobre cómo nos hablamos, qué tipo de contacto físico es apropiado y cómo interactuamos en general. Podemos hacerlo publicando las normas de la clase, hablando de las expectativas de toda la escuela y recordándolas periódicamente.
Mantener los Límites Profesionales
- Con los Alumnos: Evitar las relaciones personales con los alumnos, abstenerse de compartir información personal inapropiada y mantener una distancia física adecuada.
- Con los Colegas: Mantener una conducta profesional en todas las interacciones, evitar chismes o ataques personales y respetar las funciones y responsabilidades profesionales.
- Con los Padres: Mantener una comunicación profesional, centrarse en asuntos relacionados con los alumnos, evitar conversaciones personales o compartir información personal como números de teléfono, y dirigir las preocupaciones sobre las políticas o procedimientos escolares a los administradores apropiados.
Establecer límites con los padres es crucial para mantener un entorno seguro y profesional.
- Comunícate con Claridad y Respeto: Cuando establezcas límites, sé claro, directo y respetuoso. Utiliza frases con «yo» para expresar tus necesidades y límites. Ejemplo: «Entiendo que estés preocupado, pero ahora necesito centrarme en dar mi clase. ¿Podríamos programar un momento para hablar de esto más tarde?».
- Establece Límites a la Comunicación: Si la comunicación de un padre se vuelve excesiva, irrespetuosa o traspasa los límites profesionales (como llamadas a altas horas de la noche o ataques personales), deja en claro los límites. Ejemplo: «Estaré encantado de hablar de sus preocupaciones durante el horario escolar o por correo electrónico. No podré responder a las llamadas después de las 7 de la tarde».
Responder a las Violaciones de los Límites – Tomar Medidas:
Si ves o experimentas una violación de los límites, es importante tomar medidas. Si es seguro hacerlo, aborda el comportamiento de forma directa y asertiva. Por ejemplo, si un alumno utiliza un lenguaje irrespetuoso, puedes decirle algo como: «Ese tipo de lenguaje no está bien en esta clase». También es importante documentar el incidente: anota la fecha, la hora, el lugar y lo que ocurrió exactamente. Esta documentación es importante para la denuncia y cualquier seguimiento. Y, por último, informa del incidente a tu supervisor o al administrador escolar designado. Es esencial seguir los procedimientos de notificación del centro de enseñanza.
CONCLUSIÓN
Así que, para terminar, recuerda que crear un entorno escolar seguro y respetuoso no consiste sólo en reaccionar ante los problemas, sino en prevenirlos. Si establecemos límites claros con los alumnos, los compañeros y los padres, y los respetamos sistemáticamente, podremos crear un clima positivo en el que todos se sientan valorados y respetados.